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domingo, 4 de marzo de 2012

Una periodista catalana abre una rendija al mundo ultra-ortodoxo judío

Anna Garcia

La periodista catalana Anna Garcia abre una rendija al mundo ultra-ortodoxo judío en su libro "Orgullosas y Asfixiadas", en el que recorre, de la mano de cuatro mujeres en Israel, los recovecos más íntimos de la comunidad de los haredim o "temerosos de dios".

El territorio de la ultra-ortodoxia judía es uno de los más impenetrables de la sociedad israelí, cerrado a todo aquel que no sea miembro del clan.

En ese mundo desconocido, sobre el que planean millones de prejuicios y dudas, ha penetrado la escritora española tras dos años de conversaciones con Raquel, Judith, Jana y Sarah: cuatro mujeres que le han abierto la puerta a unas vidas regidas de principio a fin por preceptos bíblicos.

"El libro da voz a dos mujeres que, orgullosas, entran en el mundo ultra-ortodoxo y otras dos que, asfixiadas, deciden abandonarlo", explica a Efe García durante un paseo por el barrio de Mea Shearim, mítico enclave religioso en el corazón Jerusalén.

Bucear en este universo le ha permitido concluir que "las mujeres harediot ("temerosas", término hebreo para denominar a los ultra-ortodoxos, haciendo referencia a sus convicciones religiosas desde el temor a dios) no son mujeres débiles, como puede parecer desde fuera sino que, al contrario, son mujeres muy fuertes que tienen su techo, pero también su lugar importante en la sociedad".

A ellas les pertenece la tarea de "mantener la cadena haredí, hacer que crezca y se fortalezca, mantener viva la comunidad en un mundo en el que lo que importa es el colectivo, no el individuo".

Por eso, no tener hijos no se considera un problema de pareja, sino una catástrofe social que toda la comunidad quiere evitar, y el judaísmo permite a un varón divorciarse, si la suya "tiene el vientre cerrado".

El campo de acción de las féminas tiene un límite muy claro, el marcado por las "dos instancias consultoras" presentes en su vida: su marido y su rabino.

"Ellas están por debajo de los hombres porque no estudian los textos sagrados. Su función es otra: dar a luz al Ejército de Dios y guiar a los pequeños en una estricta observancia religiosa, imprescindible para que su sociedad se perpetúe y mantenga una vida tradicional judía", explica García.

Las haredim tienen una media de siete hijos, a los que enseñan qué pueden comer y qué no, a orar, colocarse la kipá (solideo) y respetar a rajatabla los incontables preceptos y rituales que marcan la Torá (Pentateuco) y la tradición oral de la Mishná y la Guemará.

Es su deber también trabajar, proveer el pan para que sus esposos se dediquen todo el día a estudiar los textos sagrados, porque "es un tesoro tener en casa un hombre sabio".

La pureza, la maternidad, el sexo, la solidaridad y también la opresión y límites a la libertad individual pueblan las páginas de "Orgullosas y Asfixiadas", salpicadas de citas bíblicas y que describen, desde puntos de vista opuestos, el día a día de estas hembras que acompañan, mantienen y paren a los "estudiantes eternos".

Raquel (pseudónimo), una madrileña nacida cristiana, y Jana, que vivió en la década de 1970 sumergida en la "Gauche Divine" catalana, defienden con orgullo su opción vital, un camino marcado por la voluntad de Yavé y que es exclusivamente interpretada por los varones de su comunidad.

Judit y Sarah, en contraste, narran una vida de opresión y control social que no pudieron soportar.

La joven Sarah escapó de la secta Ger, una de las más estrictas, tras años de no poder caminar junto a su marido por la calle ni sentarse a su lado en el sofá en la intimidad del hogar y de ser considerada impura e intocable durante dos semanas al mes.

García cree que hoy "no se puede entender Israel sin entender el mundo haredí", que representa ya al 11% de la sociedad y que, según los expertos, dobla sus miembros cada 16 años.

Su relevancia no procede sólo de su cantidad, sino también de su poder político -desde la década de 1970 forman parte de las coaliciones gubernamentales- y de ser la base espiritual de un Estado creado para acoger al pueblo judío.

La periodista, que reside en Jerusalén desde 2009 y colabora con el diario catalán Ara, presentará su libro el próximo 29 en la institución Sefarad-Israel (en Madrid) y el 1 de marzo en el Colegio de Periodistas de Barcelona.


Un artículo de Ana Cárdenes (EFE) en univisionnoticias.com sobre el libro Orgullosas y asfixiadas, de Anna Garcia


viernes, 2 de marzo de 2012

Naiara Galarraga: "«Orgullosas y asfixiadas» descubre el mundo de las mujeres de la comunidad ultraortodoxa judía, que cada vez es mayor"

Presentación de "Orgullosas y asfixiadas" en la sede de Sefarad-Israel

El libro Orgullosas y asfixiadas. Mujeres que abrazan o huyen del judaísmo ultraortodoxo, de Anna Garcia, se presentó el miércoles 29 de febrero en el Palacio de Cañete, sede de Sefarad-Israel, en Madrid.
Presentaron el libro la periodista Naiara Galarraga i la autora.

Naiara Galarraga se centró en la realidad de la comunidad judía ultraortodoxa, que conoce personalmente gracias a su trabajo de corresponsal:
"En el libro el lector descubrirá el mundo de las mujeres de la comunidad ultraortodoxa judía, que cada vez es mayor"
"Hay muchos grupúsculos dentro de los ultraortodoxos"
"En los años 80 eran el 4% de la población israelí, actualmente son el 10% y en 2050 se piensa que signifiquen el 30% de la población".
"Cuando se fundó el estado de Israel se creía que era una comunidad que desaparecería, mientras que lo que ha hecho es incrementarse."
"Las mujeres ultraortodoxas tienen el papel de ser madres y de trabajar más fuera de casa que los hombres. La principal función de los hombres en la comunidad es estudiar las escrituras. Son ellas, las mujeres, las que llevan la gran parte del dinero a las casas."
"Los ultraortodoxos tienen sentido como comunidad, el individuo importa poco."

La autora, Anna Garcia, habló sobre lo que ha querido transmitir sobre la comunidad haredim, sobretodo sobre su papel dentro de la sociedad israelí:
"He intentado descubrir qué había detrás de la comunidad ultraortodoxa."
"Su incremento preocupa muchísimo a los israelitas."
"Es una realidad conectada directamente con el pasado."
"Los hombres haredim no participan ni en la defensa de su país ni en la economía."
"Son comunidades que nacieron hace dos siglos como reacción a los aires de modernismo de la religión hebrea."
"Desde finales de los años setenta hasta la actualidad ha habido presencia haredim en todos los gobiernos de Israel, por lo tanto tienen mucha importancia en la política del país."
"Desde pequeños los ultraortodoxos separan los géneros. La mujer es el puntal de la familia, pero no tiene proyección pública y por encima de ella tiene dos instancias consultoras, el marido y el rabí."
"En el libro se explica la experiencia de dos mujeres que entran en el mundo haredim, las orgullosas, y de dos mujeres que han salido, las asfixiadas.
"Hay una figura muy respetada dentro de la comunidad haredim, que es la casamentera."

jueves, 23 de febrero de 2012

Lectio Ediciones publica "Orgullosas y asfixiadas", sobre los dilemas sociales y políticos que plantea el judaísmo ultraortodoxo

El libro, de Anna Garcia, una periodista residente en Jerusalén, retrata cuatro mujeres con distintos puntos de vista sobre la comunidad haredim

Lectio Ediciones publica el libro Orgullosas y asfixiadas, sobre los dilemas sociales y políticos que plantea el judaísmo ultraortodoxo sobretodo en Israel. La obra, de Anna Garcia, una periodista residente en Jerusalén, retrata cuatro mujeres que siguen o han huido de las directrices de un mundo que se guía por el Antiguo Testamento.

El libro, que ya se encuentra en las librerías, se presentará en Madrid el miércoles 29 de febrero, a las 19h, en el Palacio de Cañete, sede de Sefarad-Israel (Calle Mayor, 69, planta baja) y en Barcelona el jueves 1 de marzo, a les 7 de la tarde, en el Col·legi de Periodistes de Catalunya (Rbla. Catalunya, 10 pral.).


Israel, una sociedad dividida entre el mundo religioso y el laico

Anna Garcia, nacida en Barcelona, se desplazó a Jerusalén por motivos de trabajo y se lanzó a investigar sobre esta vertiente conservadora del judaísmo tras las declaraciones de Ilan Greilsammer, de la universidad de Tel Aviv: «De todas las fracturas de la sociedad israelí la más grave es la que separa el mundo religioso del laico». En el libro, la autora ha querido tratar sobre la vida de las mujeres en la comunidad denominada haredim. Por eso se ha centrado en la experiencia de dos mujeres que han "abrazado" su estilo de vida y de otras dos que han "huido" de él. En Jerusalén, dónde es más acentuado el crecimiento demográfico y el poder de los haredim, la sociedad se encuentra marcadamente dividida entre los árabes, los judíos laicos y los judíos ultraortodoxos.

Los haredim, la gran família judía más devota

Los haredim o "temerosos de Dios", representan el onze por ciento de la población israelí. Segun algunos estudios, su población se dobla cada dieciséis años, y en la ciudad de Jerusalén crecen los barrios ultraortodoxos. La mayoría de hombres de esta comunidad dedican la mayor parte de su tiempo al estudio del Torá, para ellos, "la palabra literal de Dios", y no trabajan. Los hombres y mujeres haredim estan exentos del servicio militar, lo cual para algunos representa un problema de seguridad nacional, y no pagan impuestos. Muchas mujeres judías ultraortodoxas, de indumentaria y comportamiento siempre modestos, siguiendo las directrices de su rabino, y habitualmente con más de diez hijos, tienen que mantener sus famílias con su único sueldo y las ayudas del Gobierno. Hombres y mujeres hacen vidas separadas desde pequeños.

Mujeres que abrazan y mujeres que huyen del judaísmo ultraortodoxo

Para escribir el libro, la autora visitó cuatro mujeres que tenían que ofrecerle una visión completa de las interioridades de la compleja comunidad haredim. El resultado es el relato sobre la experiencia vital de Raquel, una española convertida al judaísmo ultraortodoxo con problemas para tener hijos, en una sociedad dónde la infertilidad es un drama social; Judith, una haredim que al mismo tiempo que descubrió la lectura descubrió que se sentía diferente de las otras mujeres de la comunidad; Jana, una barcelonesa que desde que se convirtió a judaísmo hace más de cuarenta años ha pasado por todos sus ritos hasta el ortodoxo, aunque no puede desprenderse de su rebeldía, y Sarah, que ya creció "temerosa de Dios" y después de su boda encuentra una primera salida delante del ordenador, escribiendo en su blog.

Anna Garcia (Barcelona, 1965), licenciada en periodismo, trabajó en el diario El País desde 1989 hasta 2005 cuando se trasladó a vivir a los Estados Unidos por un periodo de cuatro años. Es coautora de Look at això (2009), una mirada personal de la sociedad norteamericana, y Els nens vénen de Sibèria (2003). Vive en Jerusalén desde hace más de dos años y colabora con el diario catalán Ara.