El libro Bal d'Onsella. Los colores del silencio, de Jordi Longás, se presentará el viernes 1 de octubre, a las 19:30h, en el Centro Aragonés de Barcelona.
Presentará el libro el escritor José Arbués Posat.
La Bal d’Onsella es un confín solitario, apenas conocido, discreto… y bello. Y es que en el valle, al albor de las cuatro estaciones, se combinan todos los elementos para modelar un paisaje prodigiosamente sobrio. Tierra, agua, cielo… juegan y se confunden, muestran mil colores, crean formas insólitas y caprichosas, para regalarnos un paraje con marcada identidad. Sin estridencias, a mitad de camino entre los Monegros y la frondosidad de los Pirineos, en la Bal d’Onsella se combinan las particularidades del secano con el frescal de la montaña. Quizás por ello, porque es rico en sutilezas y matices, su paisaje no se entrega fácilmente. Requiere estar, caminarlo, abrir los ojos, resistir el frío y el calor. Bien podemos afirmar que comprenderlo y apreciarlo es una tarea ardua y paciente. Pero cuando se persevera es posible capturar algo de su milenaria esencia y descubrir el dinamismo que se esconde en el pasar del año.
Jordi Longás Mayayo
El autor aunque nacido en Barcelona en 1960, es descendiente de Isuerre, en donde ha pasado largas temporadas desde su infancia. Después de publicar seis libros y un centenar de artículos dedicados principalmente a los Pirineos y al excursionismo, nos ofrece ahora esta bella y completa visión del la Bal d’Onsella. Las fotografías, realizadas en épocas y años diferentes, muestran la gran riqueza y singularidad del valle, para gozo de quienes lo conocen y lo han caminado, y para sorpresa del viajero curioso. También para que la conciencia de lo bello estimule el espíritu que deberá preocuparse por conservar esta joya del patrimonio aragonés. Con este libro se quiere contribuir a la necesaria organización de la memoria, útil a las generaciones ve-nideras, y también a desarrollar la autoestima de quienes han amado y luchado por esta tierra. Longás, Lobera, Isuerre, Gordún, Urriés, Navardún, Undués de Lerda y Sos del Rey Católico, milenarios y con frecuencia olvidados, bellos y entrañables, merecen este homenaje.
La Bal d’Onsella es un confín solitario, apenas conocido, discreto… y bello. Y es que en el valle, al albor de las cuatro estaciones, se combinan todos los elementos para modelar un paisaje prodigiosamente sobrio. Tierra, agua, cielo… juegan y se confunden, muestran mil colores, crean formas insólitas y caprichosas, para regalarnos un paraje con marcada identidad. Sin estridencias, a mitad de camino entre los Monegros y la frondosidad de los Pirineos, en la Bal d’Onsella se combinan las particularidades del secano con el frescal de la montaña. Quizás por ello, porque es rico en sutilezas y matices, su paisaje no se entrega fácilmente. Requiere estar, caminarlo, abrir los ojos, resistir el frío y el calor. Bien podemos afirmar que comprenderlo y apreciarlo es una tarea ardua y paciente. Pero cuando se persevera es posible capturar algo de su milenaria esencia y descubrir el dinamismo que se esconde en el pasar del año.
Jordi Longás Mayayo
El autor aunque nacido en Barcelona en 1960, es descendiente de Isuerre, en donde ha pasado largas temporadas desde su infancia. Después de publicar seis libros y un centenar de artículos dedicados principalmente a los Pirineos y al excursionismo, nos ofrece ahora esta bella y completa visión del la Bal d’Onsella. Las fotografías, realizadas en épocas y años diferentes, muestran la gran riqueza y singularidad del valle, para gozo de quienes lo conocen y lo han caminado, y para sorpresa del viajero curioso. También para que la conciencia de lo bello estimule el espíritu que deberá preocuparse por conservar esta joya del patrimonio aragonés. Con este libro se quiere contribuir a la necesaria organización de la memoria, útil a las generaciones ve-nideras, y también a desarrollar la autoestima de quienes han amado y luchado por esta tierra. Longás, Lobera, Isuerre, Gordún, Urriés, Navardún, Undués de Lerda y Sos del Rey Católico, milenarios y con frecuencia olvidados, bellos y entrañables, merecen este homenaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario