miércoles, 26 de septiembre de 2007

La sociedad, las leyes, la escuela y la familia, claves para solucionar el fracaso escolar

La sociedad, las leyes, la escuela y la familia son los factores claves para poder mejorar la situación de fracaso escolar que sufre el sistema educativo español, según expuso David Rabadà en la presentación del libro ¿Educar? Educamos todos. Fracaso escolar: recetas para curarlo (Lectio Ediciones), que se llevó a cabo el miércoles 26 de septiembre en la librería Catalònia de Barcelona.
En la presentación, el escritor Joaquim Pijoan explicó que el libro está escrito a partir de la experiencia vivida por el propio autor quien ejerce de docente. Pijoan destacó que con una escritura directa y llana, Rabadà "se atreve a decir muchas cosas que todos pensamos y que también los políticos piensan per no se atreven a realizar". Según Pijoan, a algunos alumnos "se les haría un favor permitiéndoles que a los catorce años empezaran a trabajar como aprendices en una empresa". Añadió que en la escuela se ha descuidado el ejercicio de la memoria y se quejó de que "la vanalidad forma parte de la escala de valores que los niños ven". Finalmente, sentenció Pijoan que el libro nos lleva a hacer una reflexión seria sobre estado de la educación que el autor radiografía de forma muy acertada.
Por su parte David Rabadà explicó que éste trabajo es fruto de la experiencia de docente durante doce años ens seis centros de enseñanza distintos. El autor aseguró que "el sistema educativo está actualmente estancado puesto que hace varios años que estamos a la cola de Europa por lo que se refiere al fracaso escolar". Se quejó de los numerosos cambios que se realizan cada año en las normas puesto que "cambiar es fácil, lo difícil es mejorar".
David Rabadà comentó que para redactar el libro ha analizado la sociedad, las leyes (se preguntó si son necesarios tantos cambios en la legislación), la escuela y las familias. Referente a éstas señaló que "las familias son a la vez las grandes víctimas y las grandes responsables del problema". Finalmente, afirmó que "el espíritu del libro es una llamada a la reflexión de la gente a corregir, és una llamada a los políticos, a los malos políticos, y en definitiva una llamada a la mejora de la enseñanza en general" y que "los alumnos deben adoptar autonomía, responsabilidad, con estos tres términos tendremos excel·lentes personas."

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